Tuesday, July 16, 2019

Mi entrenador personal

Corintios 9:24-27 NTV
16 de julio, del 2019

Este versículo siempre me ha hecho reflexionar sobre mi pasión por la salud y nutrición y la competencia a nivel profesional cuando era una joven universitaria.

Corintios 9:24-27 NTV


Hace dos días precisamente una amiga me envió esta profunda reflexión a continuación sobre este tema

Cuando comencé a ir al gimnasio mi entrenador tuvo mucha consideración conmigo, era nueva y hacía buen tiempo que no practicaba ningún deporte. Dentro del primer mes y de a poco, el esfuerzo se hizo cada vez mayor, al igual que crecían el aliento y la paciencia de mi entrenador. Su propósito era ejercitar mi cuerpo para resistir el esfuerzo que vendría más adelante, con ejercicios cada vez más exigentes.

Un día después de calentar, él subió la carga más de lo que era normal para mí. Esto hizo que mi cuerpo se esfuerce mucho más, tanto es así que en los primeros minutos pensé que no iba a aguantar. Por momentos dejaba de pedalear, pero él al ver eso, volvía para alentarme y presionarme. Hubo un momento donde le dije: “¡No puedo más!” y quise parar, pero no me dejó y me dijo: “¡Nunca digas que no puedes, tú puedes!” Y se quedó conmigo hasta que logré completar el tiempo del ejercicio.

Estaba convencida de que no podía, pero necesitaba que alguien me motivara para efectivamente poder lograrlo. Los primeros pasos en los caminos de Dios, no son tan fáciles porque uno no tiene el cuerpo, la mente y el corazón, el alma y el espíritu ejercitados para lo que a Dios le agrada, sin embargo, su paciencia y amor hacen que poco a poco seamos transformados para lo bueno.

Suele pasar que con el correr del tiempo y en los momentos más críticos uno siente deseos de tirar la toalla, pero Dios hace como el entrenador, alienta porque sabe que al estar con Él, recibimos nuevas fuerzas.

Es importante nuestro esfuerzo, así como un entrenador exige el trabajo de un atleta, Dios también lo hace con nosotros: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque el Señor estará contigo en dondequiera que vayas.” El Señor es nuestro entrenador personal, siempre está a nuestro lado, sabe que podemos correr una milla más y que con esfuerzo podremos alcanzar la meta. Estamos en una carrera muy importante que determinará nuestro futuro eterno, esforcémonos y no descuidemos el ejercicio espiritual, de la oración, la lectura de la Palabra y el tiempo a solas con Dios.

Tampoco permitas que entre la duda en ti, ya que en todas las etapas, Dios está con nosotros, alentándonos a subir a otro nivel, porque Él, sí se puede. Tal vez te encuentres como yo en aquel momento, pensando que no podía, que no tenía más fuerzas, con dolor y con las ganas de abandonar.

Si esta es tu situación, piensa que no solo tienes el aliento humano de un entrenador, sino que tienes el apoyo de tu Padre que te da nuevas fuerzas.

 Di ahora mismo: “Hoy me decido sacar de mí vocabulario la frase, no puedo, porque creo que todo lo puedo en Cristo, que me fortalece.”



Monday, July 8, 2019

Mente Sana, Cuerpo Sano Parte II

By: Gina Yoryet Román

7 de julio del 2019


Se debe rezar para tener una mente inquebrantable, un cuerpo sólido, un corazón pulcro, un alma intacta y un espíritu íntegro. Lamentablemente los sucesos inesperados en nuestro trayecto, nos destrozan y nos hacen dudar de nuestra capacidad. Dice mi frase favorita en latín,




Toda esta semana esta poderosa reflexión ha estado revoloteando en mi mente, entonces al levantarme esta mañana, vine directamente a mi computadora a reflexionar y a dar voz a mis pensamientos. He estado pensando en ese inesperado 16 de junio del 2009 cuando la vida me tenía una de las torturas más agonizantes con las que me he encontrado. El accidente automovilístico que cambiaría mi vida por completo y que me impondría un obstáculo físico tras otro para el resto de mi vida.

Es certero que ese acontecimiento terminaría con una de mis pasiones, y me hundiría temporalmente en un abismo de soledad, desesperación, desesperanza, amargura y frustración. Sin embargo, durante los diez años desde ese suceso, ignoraba que el suplicio físico y emocional al que fui expuesta, sería una herramienta para fortalecer mi mente aún más. Hoy, diez años después, estoy consciente de que Mi Templo es una máquina inquebrantable que a pesar de los impedimentos momentáneos, todavía puede rendir dentro de sus limitaciones.

Hace cinco años cuando me invitaron a colaborar y publicar HERspectives, Rules and Tools That Build Successful Women – How I Achieved Work, Life Balance, escribí sobre como encontrar un equilibrio en la vida entre infinidad de los deberes cotidianos que se nos presentan. Hoy al ver mi tabla que elaboré como parte de trabajo, me doy cuenta que a pesar de que podemos levantar nuestro mundo y elevarlo con nuestros principios y fundamentos que nos enriquecen, no siempre es posible tenerlo todo en el mismo nivel.


Quizá algunas personas si lo han logrado, como Atlas, uno de los titanes más famosos de la mitología griega que fue condenado a llevar los cielos en alto eternamente. A pesar de la carga insoportable, esta deidad griega aparece de rodillas sin titubear para evitar que se venga todo abajo.

Quizá algunas personas si lo han logrado, como Atlas, uno de los titanes más famosos de la mitología griega que fue condenado a llevar los cielos en alto eternamente. A pesar de la carga insoportable, esta deidad griega aparece de rodillas sin balancearse para evitar que se venga todo abajo.

Mis ABC´s, como les llamo, la espiritualidad, la familia, el trabajo y la ética profesional, la salud y nutrición, el altruismo, la lectura, el juego de palabras (escribir), reflexionar, y disfrutar la sencillez de la vida, son mi esencia, mis reglas primordiales en mi existencia. Cuando era más joven, pensaba que era invencible y que todo lo podía… Sin embargo, hoy me doy cuenta de que a pesar de que si es posible encontrar esa simetría con nuestros elementos principales, no siempre es posible nivelarlos y mantenerlos intactos. Ahora que he aprendido a aceptar mis limitaciones físicas, he tomado y aprovechado lo positivo para seguir hacia adelante.

Parte de la vida estar conscientes de que siempre habrán barreras en nuestro camino y el miedo, nuestro compañero más fiel siempre estará a nuestro lado. Pese a este acertijo, es un deber humano descifrar el motivo, y tomar el aprendizaje de cada experiencia vivida.

Desde hace unos meses, cuando por fin pude deshilar cada parte de los requisitos necesarios para emprender mi siguiente etapa en estos nuevos y desconocidos horizontes, sentí un gran alivio. Ahora solo le pido a Dios que me de fuerza para resistir la rugiente marea que muchas veces me siento incapaz de navegar.

Por ahora rezo para que una sola de las personas que enfrentamos los mismos desafíos, nunca carezcamos de lo siguiente para mantenernos a flote…

Una mente abierta para comprender que hay un razonamiento y es para nuestro bien.
Un corazón dispuesto a perdonar y estar consciente que no siempre las circunstancias estarán a nuestro favor.
Unas manos extendidas para crear, apoyar y ayudarnos entre nosotros.
Un espíritu noble para agradecer incluso en medio de las tempestades.
Un alma sin restricciones para amar nuestra esencia ante las contrariedades temporales.
Una mente para visualizar y encontrar nuestro propósito y para planear como usar nuestras habilidades para nuestro bien, y para el bien de la sociedad.
Un cuerpo resistente para insistir y nunca desistir ante los altibajos futuros, presentes y pasados.

Pero sobre todo, fortaleza para contrarrestar la gravedad de las obstrucciones mentales que causan estragos; ya sean físicos, emocionales, económicos, profesionales o espirituales.

Porque…

GYR

Georgia O’Keeffe