By: Gina Yoryet Román
7 de julio del 2019
Se debe rezar para tener una mente inquebrantable, un
cuerpo sólido, un corazón pulcro, un alma intacta y un espíritu íntegro.
Lamentablemente los sucesos inesperados en
nuestro trayecto, nos destrozan y nos hacen dudar de nuestra capacidad. Dice mi
frase favorita en latín,
Toda
esta semana esta poderosa reflexión ha estado revoloteando en mi mente,
entonces al levantarme esta mañana, vine directamente a mi computadora a
reflexionar y a dar voz a mis pensamientos. He estado pensando en ese
inesperado 16 de junio del 2009 cuando la vida me tenía una de las torturas más
agonizantes con las que me he encontrado. El accidente automovilístico que
cambiaría mi vida por completo y que me impondría un obstáculo físico tras otro
para el resto de mi vida.
Es
certero que ese acontecimiento terminaría con una de mis pasiones, y me
hundiría temporalmente en un abismo de soledad, desesperación, desesperanza,
amargura y frustración. Sin embargo, durante los diez años desde ese suceso,
ignoraba que el suplicio físico y emocional al que fui expuesta, sería una
herramienta para fortalecer mi mente aún más. Hoy, diez años después, estoy
consciente de que Mi
Templo es una máquina inquebrantable
que a pesar de los impedimentos momentáneos, todavía puede rendir dentro de sus
limitaciones.
Hace cinco años cuando me invitaron
a colaborar y publicar HERspectives,
Rules and Tools That Build Successful Women – How I Achieved Work, Life Balance,
escribí sobre como encontrar un equilibrio en la vida entre infinidad de los
deberes cotidianos que se nos presentan. Hoy al ver mi tabla que elaboré como
parte de trabajo, me doy cuenta que a pesar de que
podemos levantar nuestro mundo y elevarlo con nuestros principios y fundamentos
que nos enriquecen, no siempre es posible tenerlo todo en el mismo nivel.
Quizá algunas personas si
lo han logrado, como Atlas, uno de los titanes más famosos de la mitología griega que fue condenado a llevar los cielos en alto
eternamente. A pesar de la carga insoportable, esta deidad griega aparece de rodillas sin titubear para evitar que se venga todo abajo.
Quizá algunas
personas si lo han logrado, como Atlas, uno de
los titanes más famosos de la mitología griega que fue condenado a llevar los cielos en
alto eternamente. A pesar de la carga insoportable, esta deidad
griega aparece de
rodillas sin balancearse para evitar que
se venga todo abajo.
Mis ABC´s, como les
llamo, la espiritualidad, la familia, el trabajo y la ética profesional, la
salud y nutrición, el altruismo, la lectura, el juego de palabras (escribir),
reflexionar, y disfrutar la sencillez de la vida, son mi esencia, mis reglas primordiales
en mi existencia. Cuando era más joven, pensaba que era invencible y que todo
lo podía… Sin embargo, hoy me doy cuenta de que a pesar de que si es posible
encontrar esa simetría con nuestros elementos principales, no siempre es
posible nivelarlos y mantenerlos intactos. Ahora que he aprendido a aceptar mis
limitaciones físicas, he tomado y aprovechado lo positivo para seguir hacia
adelante.
Parte de la vida estar conscientes
de que siempre habrán barreras en nuestro camino y el miedo, nuestro
compañero más fiel siempre estará a nuestro lado. Pese a
este acertijo, es un deber humano descifrar el motivo, y tomar el aprendizaje
de cada experiencia vivida.
Desde hace unos meses, cuando por
fin pude deshilar cada parte de los requisitos necesarios para emprender mi
siguiente etapa en estos nuevos y desconocidos horizontes, sentí un gran
alivio. Ahora solo le pido a Dios que me de fuerza para resistir la rugiente
marea que muchas veces me siento incapaz de navegar.
Por ahora rezo para que una sola de
las personas que enfrentamos los mismos desafíos, nunca carezcamos de lo
siguiente para mantenernos a flote…
Una mente abierta para comprender
que hay un razonamiento y es para nuestro bien.
Un corazón dispuesto a perdonar y
estar consciente que no siempre las circunstancias estarán a nuestro favor.
Unas manos extendidas para crear,
apoyar y ayudarnos entre nosotros.
Un espíritu noble para agradecer
incluso en medio de las tempestades.
Un alma sin restricciones para amar
nuestra esencia ante las contrariedades temporales.
Una mente para visualizar y
encontrar nuestro propósito y para planear como usar nuestras habilidades para
nuestro bien, y para el bien de la sociedad.
Un cuerpo resistente para insistir y
nunca desistir ante los altibajos futuros, presentes y pasados.
Pero sobre todo,
fortaleza para contrarrestar la gravedad de las obstrucciones mentales que
causan estragos; ya sean físicos, emocionales, económicos, profesionales o
espirituales.
Porque…
GYR
Georgia O’Keeffe
No comments:
Post a Comment